El Eneagrama: una poderosa herramienta de autoconocimiento
El eneagrama es un mapa que nos permite identificar y comprender los diferentes tipos personalidades con sus rasgos específicos, sus luces y sus sombras. El eneagrama establece 9 tipos de personalidad (eneatipos) cada uno con características y motivaciones específicas. Es una herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal muy interesante que nos aporta mucha información sobre nuestros patrones y automatismos.
El eneagrama nos ayuda a reconocer nuestra “máscara” y a ser más la persona que la lleva y menos el personaje, a mirarnos internamente y reconocernos detrás de ella, a mirarnos internamente y reconocernos detrás de ella.
Según estudios e investigaciones, el origen del eneagrama es muy antiguo, surgió en Oriente hace más de 2.500 años. Llegó a Occidente gracias a George Ivanovich Gurdjieff quién formó, a principios del siglo XX, el grupo de “Los buscadores de la verdad” (Seekers After Truth) y formuló el “cuarto camino”.
Años después, en los años 70, Oscar Ichazo y Claudio Naranjo realizaron importantes hallazgos, desarrollaron estudios, sistematizaron e iniciaron la aplicación del eneagrama en el campo de la psicología.
En griego, eneagrama significa “nueve líneas”. El eneagrama se representa gráficamente como un círculo (representa que todos formamos parte de lo mismo) que contiene una estrella con nueve puntas. En cada una de las puntas situamos uno de los eneatipos. Cada uno tiene rasgos y características distintivas, y se relaciona con una motivación básica y un conjunto de miedos, deseos, creencias, valores o prioridades.
Según este mapa encontramos, entonces, 9 tipos de personalidad que, a su vez, se establecen en 3 subgrupos.
Estas triadas explican que hay personas que se mueven más por lo mental, lo emocional o lo instintivo. A cada uno de estos subgrupos le corresponden 3 eneatipos, cada uno con su pasión y fijación.
Esto no significa que las personas de un mismo eneatipo sean iguales, pero sí tendrán unos patrones de conducta similares que irán variando en función de las vivencias, de las experiencias de la infancia, del entorno sociocultural y de la genética, entre otros factores.
El eneagrama no solo describe los rasgos de personalidad, sino que también ofrece un camino de crecimiento y desarrollo personal. Al comprender nuestro tipo dominante, podemos identificar nuestras fortalezas y debilidades, así como los patrones de comportamiento que pueden limitarnos. Esto nos brinda la oportunidad de trabajar en áreas específicas y expandir nuestra conciencia para convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos.
Además, el eneagrama es una herramienta valiosa en las relaciones interpersonales. Al comprender los diferentes tipos de personalidad, podemos mejorar nuestra empatía y comunicación con los demás. Podemos reconocer las motivaciones y miedos de las personas que nos rodean, lo que nos ayuda a establecer relaciones más saludables y armoniosas. También nos permite apreciar la diversidad de las personalidades y entender que cada individuo tiene una perspectiva única y diferente del mundo.
El eneagrama se utiliza en una gran variedad de contextos, desde el desarrollo personal y el crecimiento espiritual, hasta la gestión de equipos y el coaching empresarial. También lo utilizamos, en ocasiones, en la Teatro Terapia Gestalt. Tal es el caso de nuestro próximo taller de verano “FLEXIBILIZAR EL CARÁCTER. Teatro Gestalt y Eneagrama” que tendrá lugar en Madrid del 25 al 28 de julio y en el que, entre otras cosas, abordaremos la construcción de personajes utilizando las técnicas de actuación como vehículo de la inspiración y al grupo como matriz creativa, dando cabida a otra forma de actuar, sentir y relacionarnos a la luz del mapa del eneagrama.
Si quieres asistir ya puedes apuntarte en este enlace y beneficiarte del pronto pago.